La Autoridad de la Región Interoceánica (ARI) administradora
de los bienes devueltos por Estados Unidos en 1999, anunció
que en julio próximo convocará a una licitación internacional
para concesionar Kobbe, una ex base militar ubicada frente a
las aguas del Pacífico.
Kobbe formaba parte del complejo que controló el ejército de
Estados Unidos en Panamá hasta 1999 y que incluía las bases
aéreas de Howard y Farfán, ubicadas en la ribera oeste del Canal,
a unos 15 kilómetros del centro de esta capital.
Después de la salida total de las tropas al mediodía del 31
de diciembre de 1999, en cumplimiento de los Tratados Torrijos-Carter
de 1977, las autoridades locales analizaron la posibilidad de
desarrollar todo el complejo como un sólo proyecto.
El área abarca más de dos mil hectáreas con cientos de edificaciones,
un aeropuerto listo para utilizar, así como una estratégica
ubicación cercana al Canal de Panamá y el Océano Pacífico, todo
rodeado de una exhuberante vegetación.
Estas ventajas dieron la idea de explotar el complejo, valorado
en alrededor de mil 200 millones de dólares, como un centro
de transporte multimodal, además de un área con alto potencial
turístico, en especial el ecológico.
El gobierno comisionó a la Corporación Financiera Internacional
(CFI) del Banco Mundial para explorar las mejores posibilidades
de desarrollo del complejo y la sugerencia fue la de concesionar
cada sitio por separado.
A Kobbe le tocará el turno en julio y aunque la licitación
de Howard está prevista para octubre próximo, el administrador
de la ARI, Alfredo Arias, reveló que se trabaja en adelantar
la concesión del aeropuerto para que inicie antes sus operaciones.
Howard fue considerada por Estados Unidos como una de sus "joyas"
en Panamá, pues desde allí coordinó diversos operativos en la
región como el monitoreo de vuelos sospechosos de transportar
drogas, funciones que ejecuta ahora desde Ecuador y Curazao.
La ARI quiere poner a funcionar el aeropuerto de Howard para
el movimiento de carga, lo que después se complementaría con
actividades como zonas procesadoras, reparación de aviones,
abastecimiento de combustible, junto a otras industrias y comercios.
El uso de Farfán dependerá de los estudios que se realizan
para ampliar el Canal de Panamá, los cuales estarán listos al
menos dentro de tres años, pues la CFI recomendó al gobierno
panameño utilizar la zona para levantar un segundo puerto en
el Pacífico.
Kobbe, con cerca de 24 hectáreas se ha convertido en una de
las prioridades inmediatas de la ARI, a fin de convertirlo en
un centro ecoturístico y recreacional que tendrá como atractivos
un hotel de 170 habitaciones y otra área con 114 villas.
El proyecto contempla además la habilitación de senderos para
recorrer una zona de manglares conocida como Punta Bruja con
unas 17 hectáreas de extensión, lo que según la ARI requerirá
una inversión de 25 millones de dólares.
Varias de las antiguas bases militares estadunidenses se han
convertido en puntales del desarrollo turístico, por sus estratégicas
ubicaciones cerca del Canal y la proximidad a las playas del
país tanto en la costa caribeña como en el Pacífico.
Un ejemplo es la antigua Escuela de las Américas, donde Estados
Unidos adiestró a miles de militares latinoamericanos, que funciona
desde el año pasado como exclusivo hotel en la caribeña provincia
de Colón, enclavado en medio de la selva que rodea a la vía
acuática.
También existen planes para explotar en el litoral Caribe la
ex base de Sherman, donde recibieron entrenamiento de selva
más de 100 mil soldados estadunidense, a fin de aprovechar su
potencial como balneario y como punto de turismo ecológico.
Según cifras de la ARI, los proyectos de inversiones en las
áreas devueltas por Estados Unidos ascienden a casi 450 millones
de dólares, superado sólo por las actividades portuarias y marítimas,
las cuales han atraído capitales por 700 millones de dólares.