GINEBRA
(Reuters) - Inundaciones, hambruna, epidemias y otros desastres podrían
azotar en las próximas décadas a naciones ricas y pobres de todo el
mundo si persiste la actual tasa de calentamiento global, advirtieron
el lunes científicos en un informe auspiciado por la ONU.
En el documento dirigido a los responsables de formular políticas,
los científicos prevén el derretimiento de témpanos y de las capas
polares, así como también la muerte de innumerables especies de animales,
aves y vegetales.
Tierras de cultivo se volverían desérticas, serían destruidos
arrecifes que apoyan la supervivencia de peces y estados insulares
en el Pacífico y el Caribe se hundirían en el mar, dijo el documento.
Gran parte de América Latina, desde México a Argentina, podría
ver una declinación en los rendimientos de sus cultivos, los bosques
tropicales caducifolios podrían reducirse de tamaño y se propagarían
nuevas enfermedades, mientras que fauna salvaje de fama mundial, como
el quetzal guatemalteco, podría desaparecer.
El escenario potencialmente desastroso, con su impacto más prominente
en la economía global del Siglo XXI, fue detallado en un informe de
1.000 páginas por la Comisión Intergubernamental sobre Cambio Climático
(CICC) de las Naciones Unidas, que vincula a cientos de científicos
de todo el mundo y ha estudiado el problema del calentamiento desde
1990.
``Se espera que el cambio climático en las regiones polares figure
entre los más destacados de cualquier región de la Tierra; es de esperarse
que aparezcan con rapidez cambios físicos, ecológicos y económicos
de gran envergadura'', dijo el informe, aprobado la semana pasada
en una reunión en Ginebra de científicos y funcionarios de la CICC.
El reporte, al que va adjunto un Resumen para Responsables de
Formulación de Políticas, es el segundo de cuatro que será emitido
este año, mientras los gobiernos se aprestan a realizar un nuevo esfuerzo
para definir un acuerdo internacional sobre la manera en que puede
confrontarse el problema y evitarse el desastre pronosticado.
El primero de esos informes, divulgado en enero en Shanghai, dijo
que la atmósfera terrestre se está calentando con mucha más rapidez
de la que la misma CICC pensaba inicialmente y citó lo que algunos
expertos consideraron como prueba concluyente que eso era resultado
de la actividad humana: el uso de combustibles fósiles, la contaminación
industrial y la destrucción de bosques y tierras húmedas.
En marzo en Accra, Ghana, la CICC divulgará un tercer informe
en el que se estudiará qué puede hacerse para lentificar el proceso
y ayudar a los seres humanos (así como también a la fauna y flora
silvestres) a adaptarse a los cambios que son ya irreversibles.
INFORME FINAL EN SEPTIEMBRE
En septiembre, el documento final conjugará las conclusiones y
recomendaciones en un solo informe que tanto científicos como ecologistas,
al igual que las empresas aseguradoras y las nuevas industrias de
energía limpia, esperan estimule a los gobiernos a tomar medidas.
La CICC tiene sus críticos en algunos sectores de la comunidad
científica, para quienes no existen las pruebas contundentes de que
esté ahí un inusitado calentamiento global.
Las críticas proceden de las industrias que producen o utilizan
combustibles como el carbón y el petróleo, así como también de adversarios
de la ONU para quienes el programa de la comisión es parte de una
trama para lograr la instauración de un gobierno global de burócratas
internacionales.