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BRASIL:

Juez detiene trabajos de hidrovía sudamericana

SAO PAULO, 21 (AP) - Un juez federal ha ordenado la suspensión de los trabajos en el sistema de transporte fluvial que une a cinco países del Cono Sur latinoamericano y exigido un informe sobre los daños ambientales que podría causar la obra, informaron hoy funcionarios de gobierno.

El juez Julier Sebastiao da Silva suspendió ayer las licencias ambientales para los proyectos sobre la hidrovía de 3.442 kilómetros que vincula los ríos Paraná y Paraguay, atravesando el centro-oeste de Brasil y partes de Paraguay, Bolivia, Argentina y Uruguay.

La resolución detuvo las actividades de dragado y de construcción de autopistas y puertos que integran los planes del gobierno para desarrollar la región atravesada por ambos ríos en el estado de Mato Grosso.

El río Paraguay también atraviesa el Pantanal, un santuario de vida silvestre de 140.000 kilómetros cuadrados, y los ambientalistas temen que la hidrovía provoque daños irreversibles a miles de especies animales y vegetales.

Varios estudios, uno de ellos realizado por el Cuerpo de Ingenieros Militares de Estados Unidos, revelan que la obra drenaría grandes sectores del Pantanal, trastornaría el ecosistema, afectaría los patrones de migración de las especies e incluso posiblemente el clima.

El ministerio de Transportes, con jurisdicción sobre la Hidrovía Paraná-Paraguay, dijo que pedirá a la fiscalía general que tome las medidas legales necesarias para revocar la suspensión judicial.

``No tiene sentido'', dijo Eurico Batista, un vocero del ministerio, en entrevista telefónica. ``Los ríos Paraná y Paraguay son naturalmente navegables y se los usa para transportar cargas desde principios de los 70''.

Negó que la hidrovía afecte el Pantanal y rechazó las acusaciones de los ambientalistas, de que se dragan los ríos, se alteran, amplían y enderezan sus lechos para permitir la navegación durante todo el año.

Batista dijo que Brasil exporta cereales y minerales por valor de 40 millones de dólares mensuales a la Argentina, Paraguay, Bolivia y Uruguay.

Sergio Guimaraes, presidente del Instituto Centro Vida, una organización no gubernamental que se opone a la hidrovía, coincidió con el funcionario en que los dos ríos son navegables, pero señaló que ``ahora se usan balsas gigantescas que dañan el medio. Causan erosión al rozar las márgenes y sus poderosos motores perjudican el ecosistema de los ríos''.

Pero el peligro mayor es ``el desarrollo económico previsto para la región, que significa la construcción de caminos, la deforestación para cultivos y la instalación de industrias, todo lo cual conducirá inevitablemente a la destrucción del Pantanal''.

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